¡ A POR LOS JÓVENES !

La tónica general empieza a resultar aburrida, preocupante y desconcertante. No es la primera vez y tampoco creo que sea la última, que alzo mi voz para lanzar un toque de atención a aquellos que reiteradamente, nos ponen a los y las jóvenes en la palestra, única y exclusivamente para malmeter, criticar y denostar la figura de una parte importante de la sociedad.

Parece que todo el peso de la culpabilidad, de no se muy bien qué, tiene que recaer sobre nuestras espaldas y en tiempos de crisis, sin comerlo ni beberlo recibimos “pingües ofertas” de colectivos como la CEOE, que quiere proponernos, pensando en los jóvenes y contando con ellos, obviamente, unas opciones de permanecer en nuestros hogares familiares hasta los 40 años. Efectivamente hablamos de esos “contratos” que resolverán la crisis del “mundo mundial” a nuestra costa.

Ahora parece que se echan un poco atrás, viendo las múltiples críticas que han recibido, pero sólo pensar que propuestas así están en algunas cabezas, da bastante miedo. O peor aún, refleja claramente el pensamiento de una parte considerable de la sociedad, aunque quisiera pensar que de una mínima parte.

Pero no es lo único a lo que nos empezamos a acostumbrar. Gracias a la “teórica” política de crisis del Gobierno Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid, más de 700.000 jóvenes sufrirán recortes en sus ofertas de ocio alternativo, o en las políticas de prevención e incluso las opciones de hacer manifestaciones artísticas. Eso sí, no sabemos si esos recortes serán utilizados para decorar el Palacio de Cibeles, que como edificio emblemático atemporal, vive en la abundancia de los tiempos de construcción y recibe 14 veces más presupuesto municipal que los y las jóvenes de nuestra ciudad.

Por todos estos motivos, con más fuerza que nunca, debemos trabajar todos y todas conjuntamente por conseguir más participación, que repercuta, en mi opinión, en más política.

La política con mayúsculas, entendida ésta como la opción para conseguir poner límites a “las manos invisibles del mercado” que no mira por los derechos sociales, una política que alce la voz por los y las jóvenes que en demasiadas ocasiones “pagan el pato” de lo que no les corresponde, forjada sobre una participación que permita que la juventud pueda decir lo que piensa, pueda opinar sobre lo que le afecta y por tanto decidir en lo que le repercute.

Esto debería ser común a toda la sociedad, pero además debemos entender que cuando hablamos de jóvenes, hablamos de mucho más, hablamos de presente, de mucho presente y sin duda alguna, de construcción de futuro, mucho futuro. Y en estos casos, los mimbres si son importantes.

Almudena Fernández Cantó.
Concejala socialista en el Ayuntamiento de Madrid.

Publicado en www.madridiario.es Viernes 5 de marzo de 2010.

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