¿QUÉ ES LA JUSTICIA?
Cada uno de nosotros puede que tengamos un concepto de Justicia distinto, de hecho, reflexionar sobre esta cuestión es remontarnos a la Historia de la Humanidad y ver que es un debate en continuo movimiento.
Pero lejos de querer teorizar aquí, e indignar seguramente a muchos puristas, solamente pretendo reflejar un sentimiento personal, sobre la situación actual que vive nuestro país en este terreno. Es curioso como evolucionan las cosas, pero sin duda, lo que nadie puede imaginarse es que una persona por investigar la Historia reciente de nuestro país, pueda terminar sentada en un lugar a priori reservado para delincuentes.
Cuando la gente que te rodea, te llama, te busca y te habla indignada por lo que está pasando, es que realmente algo no va muy bien. Cuando te cuentan lo difícil que será explicar a un hijo pequeño el concepto de Justicia, que los humildes se resignarán ante lo que no es cabal pues no creerán en remedio alguno, o que no habrá reclamo que hacerle a nadie ante los abusos al débil por mucho que éstos impliquen a un pueblo en su totalidad, es que las cosas no se están haciendo bien, nada bien.
Se supone que estamos en el siglo XXI es más, se supone que estamos en un país con valores democráticos, donde la Justicia, la Solidaridad, la Igualdad, la Libertad, deben estar continuamente presentes. Curiosamente a muchos ciudadanos de a pie, no hace falta que nadie les recuerde esto, pero parece que falta precisamente en aquellos lugares reservados para dar ejemplo y librar la batalla a la Injusticia que la vida diaria no puede regular por si sola.
La situación a la que se está sometiendo al Juez Garzón por investigar los crímenes fascistas, indigna tremendamente a una sociedad, que desde luego, espera de la Justicia de un país que se ocupe de mover la balanza hacia el lugar correcto y ayudar a una sociedad a caminar en el sentido adecuado.
PUBLICADO EN MADRIDIARIO
http://www.madridiario.es/2010/Abril/opinion/almudena-fernandez/185192/almudena-fernandez.html
Pero lejos de querer teorizar aquí, e indignar seguramente a muchos puristas, solamente pretendo reflejar un sentimiento personal, sobre la situación actual que vive nuestro país en este terreno. Es curioso como evolucionan las cosas, pero sin duda, lo que nadie puede imaginarse es que una persona por investigar la Historia reciente de nuestro país, pueda terminar sentada en un lugar a priori reservado para delincuentes.
Cuando la gente que te rodea, te llama, te busca y te habla indignada por lo que está pasando, es que realmente algo no va muy bien. Cuando te cuentan lo difícil que será explicar a un hijo pequeño el concepto de Justicia, que los humildes se resignarán ante lo que no es cabal pues no creerán en remedio alguno, o que no habrá reclamo que hacerle a nadie ante los abusos al débil por mucho que éstos impliquen a un pueblo en su totalidad, es que las cosas no se están haciendo bien, nada bien.
Se supone que estamos en el siglo XXI es más, se supone que estamos en un país con valores democráticos, donde la Justicia, la Solidaridad, la Igualdad, la Libertad, deben estar continuamente presentes. Curiosamente a muchos ciudadanos de a pie, no hace falta que nadie les recuerde esto, pero parece que falta precisamente en aquellos lugares reservados para dar ejemplo y librar la batalla a la Injusticia que la vida diaria no puede regular por si sola.
La situación a la que se está sometiendo al Juez Garzón por investigar los crímenes fascistas, indigna tremendamente a una sociedad, que desde luego, espera de la Justicia de un país que se ocupe de mover la balanza hacia el lugar correcto y ayudar a una sociedad a caminar en el sentido adecuado.
PUBLICADO EN MADRIDIARIO
http://www.madridiario.es/2010/Abril/opinion/almudena-fernandez/185192/almudena-fernandez.html
Comentarios
parece que Garzón ha entrado en el jardín secreto del franquismo, y "Aquel que rompe el tabú debe ser castigado para así servir de ejemplo".
La misma prensa extranjera está asombrada con lo que pasa aquí, pero, ojo, no removamos ningún ambiente "pre-guerra civil", no juguemos con fuego, protestemos enérgicamente, pero sin jugarnos la democracia que tanto nos ha costado. Se debe. Se puede.